Porque há um só Deus, e um só Mediador entre Deus e os homens, Jesus Cristo homem. 1 Timóteo 2:5

quarta-feira, julho 13, 2011

RESURRECCIÓN VS. TRANSFORMACIÓN

¡Bendecidos con toda bendición!
Bueno, ya me hacían falta, pero, qué bueno estuvo ese Salón 666 con el bendecido Obispo Rafael. –Tremendo, Rafa, te felicito. Te tomaste el tiempo para hacer una presentación muy linda. Y, además, ese tema, ese tema va a revolcar al mundo entero. Bueno, toda la teología se le cayó al piso a todos los hombres, todas las escuelas de interpretación se desvanecieron con el tema del "Salón 666: El Propósito de los Velos".
Bien, también quería felicitar a Oneith, y el seminario que va a tomar lugar este próximo sábado en Lima, Perú. Así que, los felicito por ese seminario en el que van a tomar parte tantos bendecidos.
También, felicito a la Amada en Puerto Rico, que prontito se mudan a un nuevo lugar, esto es un lugar donde el Obispo Rubén fue y dijo: -Mira, esto es para la iglesia de Jesucristo Hombre.
-¡Oh sí, yo sé quién es él!
-¿No tienes problemas?
–No, no tengo problemas-, y ahí se firmó el contrato para un nuevo lugar.
¡Qué bueno que todavía hay gente así! Están dispuestos a enfrentarse a lo que sea, y observan y se preguntan, pero no emiten juicio.

Bien, el tema de hoy es:

"LA RESURRECCIÓN VS. LA TRANSFORMACIÓN"

Entonces, allá en Hebreos, tenemos que quedarnos un ratito en Hebreos capítulo 6. Bueno, primero dice en Hebreos el Capítulo 5 Verso 14:
“pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. “
La razón que a nosotros, muchas veces no nos entienden, es porque ellos no tienen los sentidos ejercitados, no le han dado uso, están trancados como un motor viejo que ya el aceite se les dañó. Y, entonces, cuando nos escuchan a nosotros están llenos de religión y definidos, prejuiciado y definidos; y es un pueblo que no puede entender, porque a los sentidos hay que darles ejercicio.
Actualmente, a mí, personalmente, tuvieron que darme mucho ejercicio y a ti también. La iglesia ha ido ejercitándose, entonces conforme a la revelación a través de los años, pues Papá va manifestando la mente de Cristo, y dice: -Ahora no, ahora no van a poder soportar esto, déjame llevarlos a otra gloria, en lo que poco a poco, tú vas asimilando lo que se te dice. Porque la mente del hombre, eso es un mundo, bueno eso representa el espíritu, entonces con tantas contaminaciones por miles de años, imagínate, cuando uno habla de estas cosas, hablamos porque hemos sido alumbrados.
Pero, mira, fíjate como dice después del verso 14, “que el alimento sólido es para los que tienen los sentidos ejercitados”, entonces es que da el salto a la perfección.
Hebreos capítulo 6 verso 1, que no deberían de poner el capítulo 6, porque esto es una carta. Pero, ahí dice:
“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios…”
Guárdate ese pensamiento «arrepentimiento de obras muertas de la fe en Dios», esto es lo que ha hecho Roma, El Vaticano, por años. Ellos pusieron un confesionario y le dijeron a la gente: -Arrepiéntete-, y entonces, ese arrepentimiento son obras muertas. ¿Por qué? Porque es un rudimento, el arrepentimiento. Ahora, ¿por qué es un rudimento? Porque cuando el cordero de Dios derramó sangre, allí quitó los pecados de la amada, los pecados de todos los elegidos, los que habían nacido y los que habrían de nacer en el futuro. Por lo tanto, lo que entra es reconciliación, pero esa palabra «reconciliación» se quedó allí plantada.
Ese «ministerio de la reconciliación» de Segunda Carta a los Corintios Capítulo 3 Verso 18, podemos darle una lectura, para que veas el ministerio que quedó plantado, que quedó sin uso, por causa del mal trabajo de los apóstoles, de la influencias religiosas judaicas de aquellos tiempos. Dice:
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio, mira, nota esto, nos dio el ministerio de la reconciliación.”
Eso es un ministerio, y ese ministerio no lo ha practicado Roma, la iglesia católica, por eso es que es ramera, y los protestantes, son hijas de la ramera. ¿Por qué? Porque ellos tampoco lo han honrado. Los protestantes, ninguno. Usted mencione la rama protestante, la rama evangélica, la rama de iglesias y que llamadas cristianas de estos días, ellos no han honrado este ministerio.
¿Y, por qué no lo han honrado? Porque tienen el pecado todavía en el medio. Cristo se dio una vez para quitar el pecado del medio y manifestar el ministerio de la reconciliación, pero si tienen el pecado en el medio. Ellos mezclan reconciliación con arrepentimiento. De hecho, fíjate, la visita que me hicieron los ángeles a mí en el 1973, lo primero que me dijeron fue: “José Luis, tú estás muerto al pecado.” Una expresión escondida por dos mil años: «Tú estás muerto al pecado». Y, el mismo ángel, me decía: “Eso significa que no se te puede hallar en pecado, porque tú estás muerto a él”, y me lo explicaba, como lo he dicho antes, me lo explicaba por horas.
¿Pero, por qué comenzó la revelación así? Porque eso es lo que se ha tenido por inmunda, la sangre del pacto. Eso es lo que no se ha honrado en dos mil años. Cuando usted ve una misa, eso no está honrando el ministerio de la reconciliación; cuando usted ve un predicador diciendo: -Pasen al frente los que quieren recibir a Cristo. Confiese para que su nombre sea inscrito en el Libro de la Vida-, está en un estado de ignorancia, apóstata. Es un apóstata, no sabe lo que te está diciendo.
Porque él no sabe, fíjate, no tiene los sentidos ejercitados a saber que cuando Cristo murió, cuando el cordero derramó sangre, ahí mismo los pecados fueron quitados. “En un día, mi siervo quitaría el pecado de la tierra”, dijo el profeta. Ahí, el pecado, al ser quitado, ¿de qué te vas a arrepentir? ¿De obras muertas como dice ahí?
Mira como dice el verso, te lo voy a leer de nuevo, en Hebreos capítulo 6 en el verso 1. Lo primero, el primer rudimento que presenta aquí, aparte del bautismo y los demás que vamos a mencionar, fíjate como dice:
“Por tanto, o sea, si tú le vas a dar movimiento a los sentidos, vas a hacer un ejercicio con tus sentidos, dice, Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección;
Y, ¿cuál es la perfección? Pues el ministerio de la reconciliación, que no le toma en cuenta a los hombres sus pecados y le encargó a Pablo el ministerio de la reconciliación.
Lo que pasa es que la maldad apostólica, la ignorancia de Pedro y todos esos hombres malos, corruptos y perversos que dañaron el rumbo de la iglesia, dañaron la historia, son los culpables de todos los crímenes, de todos los asesinatos. La iglesia católica, cueva de ladrones, ahí comenzó toda la maldad que tú te puedes imaginar. Esa ha sido la burla, la burla cruel. Yo diría que eso fue la blasfemia más absurda que tomó lugar, cuando comenzó la iglesia católica, el primer papa, los demás. Todo eso es una burla a la sangre de Jesucristo.
Y, de hecho, como dice segunda carta a los Tesalonicenses, “que ya está en operación el misterio de la iniquidad”, porque eso es un misterio. Tú no ves que ellos se presentan como “el vicario de Cristo” y te predican que Cristo, que la mamá y el papá, y por ahí comienzan; pero, entonces te lo predican antes de la cruz, y entonces luego niegan lo que sucedió en la cruz. Es una blasfemia total.
Con eso es que el mundo ha estado lidiando por dos mil años. Ese es el trabajo de Jesucristo Hombre, dice: “Cuando él venga, aclarará lo oculto de las tinieblas y manifestará las intenciones de los corazones.” Porque la intención del corazón es lo que cuenta. Aún tú que estás aquí en Creciendo en Gracia, ten cuidadito como tú te manejas en la congregación del Dios Vivo. Ten cuidado como operas, porque si tienes malas intenciones, o si hay alguna iniquidad escondida, te la van a destapar, porque aquí no hay nada oculto que no venga a la luz. Aquí todo tiene que estar claro, clarito.
Porque es que esa es la función de la palabra: “estamos desnudos ante aquel”; esa palabra, ese trono de gracia, que no ve eso, son LOS SIETE OJOS DEL SEÑOR, que te están velando. Mira, los siete ojos del Señor que te están velando por todas partes, para que camines bien, para que operes en obediencia, para que la mente de Cristo te guíe y maneje los sentidos y tengas los pensamientos ordenaditos, para que no sigas tropezando como las vacas. Tienes que ser una buena vaca, que las vacas tropiezan una sola vez y luego no tropieza más ahí.
Así que, vamos a darle lectura de nuevo, Hebreos capítulo 6:1.
“Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez, eso fue lo que hizo Roma: otra vez, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios…”
Tú sabes cómo está la obra muerta en todas esas iglesias católicas y protestantes, gente pasando y que al altar a arrepentirse y llorando lágrimas de cocodrilo. Eso, todo es fingido, amor fingido, falsa ciencia, el producto de un abandono del verdadero evangelio de nuestro Señor Jesucristo, un abandono total de la Gracia.
Hablan de gracia y no saben lo que es. La gracia comienza cuando tú honras la sangre de Jesucristo.
Me decía una señora en esta semana: -¡Mire! Yo estaba aquí en Houston, y salí aquí de un shopping center (centro comercial), y la señora vino y me dice:
-Yo lo he visto a usted en televisión, y mire, ya yo lo he visto dos o tres veces por ahí, pero todavía no había tenido la oportunidad, pero mire, repita conmigo: Yo recibo al Señor…
-¿Pero, qué es lo que usted quiere señora? Yo no puedo cometer una blasfemia así, mire-, por no decirle que yo nací, que nosotros todos hemos nacimos ya perfectos sin pecado. Pero, ella quería que yo aceptara a Cristo porque, bueno, que los demonios me tenían engañado.
Yo le dije: -Bueno, señora, es que los demonios no existen ya. Cristo destruyó al diablo, léalo en su Biblia. Tenía una Biblia así al lado, le dije: -Léalo en su Biblia. Mire: “¿POR QUÉ ME LLAMÁIS SEÑOR, SEÑOR Y NO HACÉIS LO QUE YO OS DIGO?”-, eso le dije yo. Lea ahí y entonces vas a ver a hablar conmigo; pero mientras tanto…
-Pues, coja sus riquezas y dáselos a los pobres.
-¿De qué riquezas usted está hablando señora?
-No, que usted millonario, que esto…
Por causa de la prensa, porque usted sabe como es la prensa, aunque no está mintiendo, eventualmente, todos esos millones quien los va a gobernar soy yo. Pero, le dije: -Mire, el dinero que me entra a mí en mis manos es usado para alcanzar personas que están enredadas en el lazos del diablo como está usted-, y se lo dije en una forma suavecito, no quise ofenderla. Yo le dije: -Yo trabajo para ayudar a personas como está usted, que están en tinieblas, no honran la sangre de Jesucristo. Y, me dijo: -“Aleluya, Dios le bendiga.”
Imagínate qué clase de despedida, ¡pobrecita!
Bueno, pero así está el mundo, el mundo está en tinieblas. Tú y yo no estamos en tinieblas, porque tú fuiste alumbrado y escogido en esta hora, para tener una fe limpia, para tener una confesión en línea con el pacto de la gracia. Lo que nosotros enseñamos y nos basamos está escrito, en línea con el pacto de la gracia.
Entonces, esos rudimentos, el primero que acabo de mencionar es el arrepentimiento.
Pero, mira los demás, el verso 2 de Hebreos 6, dice:
“de la doctrina de bautismos…”
¿Por qué? Porque hemos sido bautizados en su muerte.” Romanos capítulo 6 verso 3 dice, “que hemos sido bautizados en su muerte”. Quiere decir que, tú practicar un bautismo de agua, estás mostrando que no tienes aceite en el motor, no le has dado ejercicio a los sentidos, no estás honrando a Jesucristo. Nosotros fuimos bautizados en su muerte, no en agua, agua, allá en los tiempos de Jesús de Nazaret, pero ya eso pasó.
Entonces dice:
“…de la doctrina de bautismos, de la imposición de manos…”
¿Qué sacan estos predicadores imponiéndote las manos? ¿Qué tú le puedes hacer a alguien imponiéndole las manos? Meterle un deseo engañoso y que vaya a salir temblando y brincando como una serpiente, como hacen algunos por ahí en los púlpitos, blasfemando contra el espíritu de gracia. Entonces, para qué imponerte las manos. Tú no necesitas eso, si tú estás completo y perfecto y no te falta nada. ¿Qué va a hacer un cabezón de esos al imponerte las manos?
Allá en Puerto Rico, les estaba contando yo, que a mí las experiencias me llegan, que me cogió la fuerza de choque de un ministerio que hay ahí en Puerto Rico, y entonces me invitaron a una reunión y yo fui y les ministré lo que yo tenía. Y, entonces mientras yo ministraba, detrás de una cortina había alguien, bueno tres personas orando, cuando terminamos, vinieron los tres, se pusieron así (con las manos levantadas) para reprenderme y limpiarme y cuando me fueron a tocar, cayeron reventados patas arriba. Porque con nosotros no se puede jugar, nosotros tenemos una cubierta muy poderosa, se quedaron espeluzados ahí, bueno patidifusos como dicen por ahí.
Entonces, dice: “De la imposición de manos…”, y hay uno aquí que es el tema de hoy:
“…de la resurrección de los muertos, y también dice, del juicio eterno.
Ya esos juicios eternos es para los impíos, nosotros no tenemos que pasar ningún juicio. El juicio lo estás pasando tú aquí, mira, mientras yo te voy cortando con la palabra de gracia y sacándote toda esa mugre religiosa, toda esa porquería que te vendieron tus abuelos, tus padres, las falsas religiones. Este es el juicio: “en el día en que Dios juzgará los corazones de los hombres conforme a mi evangelio”, dice Romanos 2:16. Con eso es que es el juicio de la iglesia, para lavarla, para limpiarla, para presentársela perfecta, linda y pura como es, como está; pero no lo saben, porque las tinieblas que están aquí te cubren para tú no saber tu verdadera identidad y quién eres tú.
Entonces, la pregunta que nos viene ahora es: ¿Por qué Pablo no mencionó la resurrección de los muertos, si esa es la gloria de la iglesia, que esperamos ahora? Todos, todos los evangélicos celebran hasta el domingo de resurrección y esa es la esperanza de ellos, la resurrección, y aquí Pablo dice, pues no, nosotros tenemos que ir a algo más perfecto que la resurrección. Ahora, ¿por qué?
Me escribía Cudris una de las cartitas que él me envía: Sacando punta a tus temas. Dice Cudris:
“Después de resucitado, Jesús dijo a sus discípulos: ¡Incrédulos! Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy…” Vamos a leerlo allá en Lucas Capítulo 24 verso 39 al 43 dice:
“Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo...”
Dice: “Carne ni huesos”, eso es corrupto, eso no hereda el reino. Tenía carne. Dice:
“Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?”
Fíjate, hasta comía, quiere decir que si comía, defecaba, y si tenía manos, carne, huesos y sangre, Pablo nos dice, carne ni sangre heredará la incorrupción. Entonces, quiere decir que ese tipo de resurrección no es el correcto para la amada. Tú no ves que con ese cuerpo era que estaba Jesucristo, y él lo hizo para mostrar que triunfó sobre la muerte, pero ese cuerpo iba a desaparecer. Él tenía que manifestarse en esta ocasión con otro velo llamado José Luis De Jesús. ¿Por qué? Porque él no podía casar a la amada, a su ataviada, no podía casarla con un Cristo de carne que tenía corrupción. Entonces, no era el cuerpo más excelente.
Por eso, el tema de hoy es Resurrección vs. Transformación. Por eso, había algunos allá en segunda carta a Timoteo capítulo 2 Verso 18, Himeneo y Fileto, que Pablo dijo que se desviaron de la fe, diciendo que la resurrección ya se había dado. Dice:
“que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.”
Bueno, se dio porque Cristo resucitó, y probó que venció la muerte, pero hay algo más excelente. Aunque Pablo le habla a los corintios, una congregación niña, y Pablo también dice, en las veces que me le apareceré a ti, quiere decir que Pablo también iba creciendo, iba de etapa en etapa, hasta que aquí en hebreos lo perfecciona. Esa resurrección fue la que tuvo Lázaro y Lázaro murió. Hay otra resurrección, y es la del cuerpo glorioso que los hijos de Dios vamos a tener.
Mira como dice allá en Ezequiel capítulo 28 Verso 14, dice que volveremos. Vamos a darle una lecturita rapidito por aquí. Usted sabe que cuando el hombre pecó, cuando Adán pecó, nos despojó de la gloria y perdimos el ropaje, ese ropaje glorioso y dice:
“Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.”
Quiere decir, que aquel cuerpo que tenía Adán primero, ese era incorruptible, entonces a la Iglesia la van a vestir de cuerpos incorruptibles, cuerpos de fuego, cuerpos radioactivos, cuerpos poderosos. Eso es lo que le espera a la iglesia en la gloriosa transformación, ya no es resurrección es transformación.
Por eso es que Pablo en primera carta a los Corintios capítulo 15 en el verso 51 al 53, dice:
“He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos, porque ya sabemos que no podíamos morir, pero cuando el creyente pasa a la nube de testigos está en un estado de dormirdo, No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, aquí está la clave, todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos.”
¡Oye en un abrir y cerrar de ojos! Eso es algo que cuando arranca, es algo bien rápido que va a tomar lugar, y estamos a punto ya, estamos en el conteo regresivo para esa maravillosa experiencia.
Por eso es que Pablo dice allá en primera Carta a los Corintios Capítulo 2 Verso 9:
“Antes bien, como está escrito; Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman.,”
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó”, y uno imaginándose calles de oro y cinturones de oro y mares de cristal. Mira, “cosas que ojo no vio”, la maravilla de manifestación que no nos sube. A mí me está subiendo poco a poco. A este velo me va subiendo, conforme a la iglesia va creciendo, a mí me va subiendo y yo tengo oído para los miembros del cuerpo que nos ayudamos mutuamente. No te me puedes adelantar, pero sí, envíame porque nos ayudamos. Porque los miembros se sujetan, a qué, a la cabeza. Esto es un cuerpo con una cabeza, y entonces la cabeza manifiesta esa revelación mientras se va desarrollando.
Entonces dice aquí el verso 53:
“Porque es necesario que esto corruptible se vista, de algo mejor, se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”
Lázaro resucitó, pero murió. Pero esperamos un una ciudad, esa ciudad, el monte de Dios, la ciudad del Dios vivo, para ahí es que va la iglesia. Mientras tanto, podemos decir que lo que esperan los creyentes por ahí, los que nos critican a nosotros de falsos, ellos esperan una resurrección de carne y sangre, nosotros entendemos que "hay un camino más excelente y es el ropaje divino, radioactivo, poderoso que nos espera para poder ser seres eternos y para siempre".
Así que, me despido de ustedes, amándoles y siempre llevándoles a la edificación de lo que Dios más ama que son ustedes, la Iglesia.
¡Hasta luego, bendecidos con toda bendición!

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