Porque há um só Deus, e um só Mediador entre Deus e os homens, Jesus Cristo homem. 1 Timóteo 2:5

sábado, julho 23, 2011

COMPAÑEROS DE MILICIA

¡Bendecidos con toda bendición!

Una vez más aquí con ustedes, con la Amada Iglesia del Señor Jesucristo Hombre. Saludo a todos los colaboradores en todas partes donde se reúnen para aprender esta palabra preciosa que alumbra el entendimiento, y una vez alumbrado ya el espíritu de temor sale y deja de clamar: Aleluya; y ahora puede decir, claramente: ¡Abba Padre! El espíritu que está en nosotros clama: ¡Abba Padre!

Así que, en esta ocasión el tema es:

"COMPAÑEROS DE MILICIA"

Compañeros de guerra ministerial, los que trabajan en el ministerio.

Entonces, Pablo aquí, nos presenta en Gálatas 2:9 un compañerismo que pronto ustedes van a ver a donde lleva. Dice:

“y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y Juan, Jacobo, Pedro y Juan, que eran considerados como columnas,

nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.”

Así que, aquí hay un compañerismo que nos podemos preguntar: ¿Por cuánto tiempo? Y, reconocieron que Pablo era el hombre de la gracia, reconocieron que Pablo fue el hombre hacia los gentiles, enviado a los gentiles, y entonces ellos dijeron: -Pues, nosotros nos vamos a la circuncisión-. Ahí comienzan unos conflictos que iban a durar muy poco, ya ustedes pueden ver que en el verso 11, ya Pablo se da cuenta del problema. De un verso a otro pasan meses, largos meses, quiere decir, que aquel compañerismo que le mostraron Jacobo, Cefas, que es Pedro, y Juan, era un compañerismo falso, o un compañerismo fingido, o sin ciencia. En otras palabras, ellos no comprendían lo que eso significaba, al aceptar el ministerio de Pablo, y Pablo pensó que había honestidad.

De hecho, estos conflictos que vamos a mencionar aquí son los que tienen a la iglesia en apostasía, por no entender ese falso compañerismo, que yo te lo voy a desmenuzar lo mejor que pueda; por si acaso, tú no has entendido por qué Creciendo en Gracia es como es, tan celoso, y como llamamos a Pedro malo, y a todos los apóstoles que eran personas malas, falsos compañeros de milicia.

Mira cómo dice el verso 11, ya comienza Pablo a desnudar esa intención. Dice el verso 11 del capítulo 2 de Gálatas:

“Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. “

Bueno y dónde quedó la amistad aquella que ellos tenían varios meses atrás, que en este viaje a Antioquía cuando se encuentran, Pedro era un hipócrita y enseguida dice ‘que lo resistió cara a cara’. Usted sabe que hay evangélicos que no nos entienden a nosotros, ellos creen que estos Apóstoles eran amigos, que había un compañerismo. Ellos tratan de justificar a Santiago con Pablo; las obras, con la fe. Tú no puedes justificar a estos hombres, porque estos hombres son los que Pablo dice allá en Segunda Carta a los Corintios capítulo 11 verso 13, que él dice: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles, ministros, de Cristo”.

Entonces, este falso compañerismo tomó que los apóstoles de la circuncisión conocieran a Pablo para ser desnudados.

Mira como dice el verso 14, ya ahí vuelve a reprenderles. Les dice en Gálatas 2 verso 14:

“Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro, Pedro no andaba correctamente conforme a la verdad del evangelio. Dice, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?”

Quiere decir, que aunque Pedro, Juan y Jacobo, le dijeron: -Tú te vas a los gentiles, y nosotros nos vamos a los judíos, a la circuncisión-. Todo eso fue una mentira e inmediatamente, aquí dice, que ellos estaban judaizando a los gentiles, no respetaron el acuerdo que habían tomado unos meses atrás.

Esto podemos verlo más claro, allá en el libro de los Hechos. Vamos a mirar el Primer Conflicto, que se registra en el libro de Hechos en el capítulo 21.

Mira este conflicto que tomó lugar para desnudar la falsa amistad de estos apóstoles. Hebreos capítulo 21 verso 17 al 20, mira este conflicto. Dice:

“Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.”

“A Jerusalen”, mira donde llegaron, “a Jerusalén, y los hermanos les recibieron con gozo”.

“Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos; mantengan esta palabrita en mente, "todos los ancianos", a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio.

Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.”

Ahí, Pablo debió haberles dicho: -No, si yo enseño en contra de la ley. Estos milagros que yo les conté, no es que ellos son celosos por la ley, es que son celosos ahora por la gracia-. Pero, ellos allí le demostraron, que ellos querían obligarlo a que jugara un papel doble, que hiciera un papel de camaleón, y le dijeron: -Ya ves, hermano-. Pablo contando a los ancianos en Jerusalén de las maravillas que había hecho, y ellos le ripostan con una respuesta tan fea: “Ya ves, hermano, cuántos los millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.”

Ese no es el celo después que Cristo murió. Después que Cristo murió comenzó un nuevo pacto. Aquí es que comienza esta mezcla, si tú no conoces esto, no sabes dónde comenzó el conflicto de la mezcla de los dos pactos, dónde comenzó la receta, dónde comenzó el guiso: muerte en la olla. Dónde comenzó la receta para disparar al mundo una apostasía que arroparía la tierra. Por eso, hasta el día de hoy a nosotros no nos entienden, porque nosotros hemos descubierto ese veneno y botamos esa receta y nos fuimos a la receta apostólica del Apóstol Pablo, el único que dio un fundamento limpio y no de obras muertas, como estuvimos mencionando.

Entonces, mira el Segundo Conflicto, ahí mismo en ese capítulo 21 el verso 21 al 24. Mira como dice:

“Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés…”

Después que les advierte: ‘ve lo celosos que son por la ley’, en seguida le sacaron en cara lo que ellos estaban tratando de llevarle a Pablo. Dicen: ‘Oye, se nos informa en cuanto a ti que tú obligas a apostatar de Moisés…’

“…diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres.”

El verso 22:

“¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido.”

Como quién dice: -Viene una multitud, te estamos metiendo presión, para que finjas, para que mientas, para que no seas celoso por esa gracia que tú estás predicando y seas celoso por la ley y las costumbres judaicas-.

Mira como dice:

“Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto. Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también, Pablo, andas ordenadamente, guardando la ley.”

Mira qué clase de apostasía ya había en esos apóstoles. Al Gran Apóstol Pablo le dijeron: -Mira, tienes que guardar la ley. Aquí nosotros somos los que mandamos, tú acabas de llegar. Tú eras un bandido, tú matabas a los creyentes, sométete a esta orden apostólica nuestra. Sométete a nuestra cobertura-.

Entonces, ese es el conflicto que los llamados creyentes de hoy, que no son cristianos nada. Mire, todas las iglesias de hoy, todas, las evangélicas, los católicos, esos no se pueden mencionar, porque ellos no saben ni dónde están parados, eso es un conflicto ahí, pero aunque sea, las evangélicas, todas las evangélicas llamadas cristianas, ellos están igualitos como estaban los apóstoles. Aunque dicen que creen en gracia, pero en verdad todavía bautizan, tiene los rudimentos de la doctrina de Cristo, guardan la ley, toman la santa cena, reprenden, sacan demonios, creen en el diablo, bueno, eso sí que es muerte en la olla. De ahí es nuestro énfasis para sacarlos del lazo del diablo de donde están todos.

Todos esos evangélicos están bajo el lazo del diablo, diablo con “d” minúscula; bajo el lazo del engaño de la carne, de los deseos engañosos. Por eso es que hay que alumbrarle los ojos, al alumbrarle los ojos las personas escapan del lazo del diablo, e inmediatamente aplastan a satanás bajo sus pies. Esa es la receta apostólica del Apóstol Pablo.

Entonces, miren este Tercer Conflicto. En el capítulo 23, ya ellos planifican la muerte del Apóstol Pablo. Y por este medio yo acuso que todos los apóstoles trataron de matar a Pablo, como toda la prensa y todos los evangélicos quisieran matarme a mí, no matarme físicamente, sino cerrarme la boca, que no hable; llamándome secta diabólica, no comprendiendo la ciencia de la gracia que este servidor único predica, único sobre toda la faz de la tierra.

Por eso es que yo soy Jesucristo Hombre; porque Pablo habló de mí, cuando dijo: ‘Miren, no juzguen nada, -porque había ya conflictos en aquellos tiempos-. “No juzguen nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor y aclare todo esto”; y este es mi papel, aclarar esta situación.

Y, si tú me estás escuchando por primera vez y tienes dos dedos de frente y te das la humildad de escucharme con detenimiento y escudriñar. No me acuses, así como así, diciendo: -Ese hombre es falso. No, no, no, edúcate un poco, aprende la biblia, aprende a trazar bien la palabra de verdad. Y, cuando dice ‘trazar bien’ es porque hay posibilidades que se trace mal, y eso es lo que tú has hecho, trazarla mal. Eso es lo que han hecho los evangélicos hasta el día de hoy, trazando mal la palabra de verdad. Por eso es que unos creen una cosa y otros creen otra cosa, no como Creciendo en Gracia que somos cientos de congregaciones, mundialmente, y todos creemos lo mismo. ¿Por qué?

Porque hay una trompeta tocando, hay una mente hablando, hay un mismo espíritu interpretando.

Pero, ¿cómo tú puedes llegar a la unidad del espíritu? Si tú enseñas, -pastor-, una cosa y de la misma denominación, el otro enseña otra cosa. Un domingo hay diferentes aguas saliendo por todas partes. Así no se llega a la unidad del espíritu. La única forma de llegar a la unidad del espíritu, y estaba predestinado así, era que Jesucristo mismo viniera a la Tierra con su predicación y ordenara las cosas, como las hemos ordenado hasta este día, que están claritas.

Para nosotros, los entendidos, esto está clarito, para los que están tergiversando e interpretando ellos, esa gente andan en un laberinto y se meten y no encuentran por dónde salir. No se saben ni por dónde van, si están llegando a Jerusalén, o están llegando a un calvario que se están buscando.

Pero, mira donde llegó la mentalidad apostólica de querer matar a un hombre, porque se oponía a ellos. Dice en el capítulo 23 en el verso 12 al 14:

“Venido el día, algunos de los judíos tramaron un complot y se juramentaron bajo maldición, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubiesen dado muerte a Pablo.”

Dado muerte a quién, a Pablo. ¿Por qué? Porque Pablo enseñaba a las personas a apostatar de Moisés. “Darle muerte a Pablo.”

“Eran más de cuarenta los que habían hecho esta conjuración,

los cuales fueron a los principales sacerdotes, y mira la clave que te dije ahorita, mantén esta palabrita por ahí, y a los ancianos...”

¿A quién fue, en el capítulo 21 verso 17, que fue Pablo a darle testimonio? “Estaban reunidos todos los ancianos en Jerusalén y Pablo les dio testimonio de las cosas que estaba haciendo”. Pues, estos mismos ancianos eran los jefes, los cabecillas. Los judíos, creyentes, por allá, tramaron el complot y fueron buscando la aprobación de los ancianos.

Dice:

…”os cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: Nosotros nos hemos juramentado bajo maldición, a no comer, a no gustar nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo.

Ahora pues, vosotros, con el concilio, requerid al tribuno que le traiga mañana ante vosotros, como que queréis indagar alguna cosa más cierta acerca de él; y nosotros estaremos listos para matarle antes que llegue. “

¡Uyyy! ¡Qué clase de ancianos se gastaba Jerusalén, tramando muerte! Así están todos hasta este día, el papado romano que mucha gente han matado. Qué mucho político malo tramando muerte, porque un hombre dice la verdad. Querían matar. Querían matar…, a Pablo, el apóstol de los gentiles, el hombre que dejó un fundamento; cuando él dijo: "Yo como perito arquitecto puse el fundamento, otro edifica encima, porque no hay otro fundamento el cual es Jesucristo"

Todo lo que Pablo hacía era Jesucristo, Jesucristo, lo que él hizo en la cruz, después que murió, dándole valor a aquella sangre. ¿Y, qué hace Jesucristo Hombre? Limpiando ese camino para que se vea ese fundamento.

¿Qué haces tú conmigo, colaborador? Te felicito, que has sido fiel en mantener el fundamento limpio, en guardar celo por esta palabra; porque si tú no guardas celo, te tapan la boca, porque están dispuestos. Los evangélicos, éstos, los pastores, éstos, asalariados, los sacerdotes y curas, pedófilos, cuanta gente hay por ahí, no quieren oír la verdad, no quieren saber de la verdad. Lo que quieren es seguir con la mentira. Mire, y que beatificando a un criminal de guerra nazi, como lo fue el papa que acaban de beatificar. ¿Cómo es posible? ¿Con qué cara? ¿Un hombre, un criminal, que preparó el cianuro para matar millones de judíos, y aprobando todo tipo de abusos de niños, y lo van a nombrar que un santo?

Santo eres tú y santo soy yo, que nos han regalado la santidad que ofrece este verdadero evangelio. Porque en carne, ¡quién puede ser santo!

Entonces, tienes que entenderme, bendecido, los líderes de hoy no entienden nada de esto, esto que estamos hablando. Mira, esto para ellos es vudú. No entienden. Lo que tienen es un velo, un toldo frente a sus ojos, y después dicen, no, que él enseña falsa doctrina. ¿Falsa doctrina? Yo te enseño la Biblia que ellos mismos tienen en sus escritorios. Lo único es que ellos están ciegos y no lo ven. Por eso cabe el dicho: "¡Oye, levántate de los muertos y te alumbrará Cristo!", porque aunque son hermanos, son falsos hermanos.

Ahora, mire como dice Gálatas, y ésto tienes que tener un cuidado tremendo, porque hay que tener celo. Fíjate lo que dice Gálatas 2 Verso 4.

"y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas…”

Allá introducían para matarle, acá se introducen para matar la doctrina.

“…introducidos a escondidas que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud…”

Ahora, mira la actitud paulina:

“a los cuales ni por un momento, hay una versión que dice por ahí, ‘ni por un minuto’, dice, a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros. "

Mira, yo llevo años arando la tierra. Oye, llevo años. Hay gente por ahí que dice: -Mira, que él tiene un carrito nuevo, o que tiene…-, todas esas mentiras, que a veces es verdad, tengo un carrito nuevo; y no se dan cuenta la guerra.

Oye, compañeros de guerra, COMPAÑEROS DE MILICIA, ese es el tema de hoy.

Y, ¿cuántos falsos compañeros me han llegado a mí, a mi lado? Pero, ¿tú sabes qué pasa bendecido? Mira, y esto te pasa a ti también. Mira, hay personas que no se les manifiesta la medida, la intención del corazón, hasta que llegaste tú, o hasta que llegué yo, o ellos llegaron a mí, o ellos llegaron a ti. O sea, hay personas, que otras personalidades no le van a sacar la medida. Ellos funcionan hipócritamente, con maldad, y maquinan, y pasan toda su vida jugando un papel de hipocresía. Pero, qué pasa, que un día te conoció a ti, y tú tienes una personalidad de sacarle la medida; y te falló, y te fue infiel, y te maltrató, y te mintió, y te hizo un montón de cosas, porque tú eras ese bendecido que le ibas a sacar la medida.

No es para que te sientas mal, bendecido. Ese hombre que te engañó, o esa mujer que te engañó, eso lo que hizo fue, es que tú eras instrumento necesario para sacarle la medida a ese hipócrita. Porque hay humildad falsa, hay amor fingido, y entonces, eso está dentro de la mente carnal y no lo saca nada a menos que te conozcan a ti.

Igual que a mí han venido personas: -Ay, qué maravilloso. Apóstol, mira, gracias. Uuh, de aquí para el cielo. Te amo. Yo doy mi vida por ti-, pero… espera, date tiempo, coge tus añitos ahí arando, cuando te meten por el horno y viene la prueba de fuego, y viene la persecución, a ver si tú soportas. Por eso es que te viene lo que te viene.

Y, mira, esto sucede en los negocios, un hombre por allá, tú confiabas, hiciste un negocio con él. Tomó esa relación para manifestar lo que había ahí debajo. Eso sucede en el matrimonio, de momento, -qué maravilloso, que si esto-, y de momento tomó una situación en la vida, y ¡pap! y sale la medida. Eso sucede en las amistades, eso sucede en el ministerio, bendecido. "Falso compañerismo".

Tener un amigo, oye, eso vale un millón, un verdadero amigo, que tú no tienes que cuidarte, que tú no tienes que fingirle, que tú puedes ser el mismo en la iglesia, afuera, donde quiera. Eso es un verdadero amigo, que te puede ver fallar, o tú fallar, y te cubre, porque es un verdadero amigo. Por eso es que hay un dicho que dice: ¡Dime con quién andas y te diré quién eres! “Al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija!

Pero, vamos a terminar con la palabra de lo que hace este evangelio, el que se expone, por eso es que mucha gente no quiere entrar a este ministerio, porque saben que le van a sacar la medida y no quieren, no quieren cambiar. Ellos le tienen miedo, muchacho. –No, que eso es falso-. ¿Falso? Tú sabes que esto es verdad. ¿Por qué no lo estudias con calma a ver qué es lo que está pasando?

Es que ellos saben que aquí, mira le vamos a quitar las medias sin quitarle los zapatos, porque esta palabra, mira como dice en Hebreos capítulo 4 verso 12 al 13. Mira cómo dice este verso:

"Porque la palabra de Dios…”

Digo, la verdadera palabra de Dios, no la de Moisés, la de Moisés es la palabra de Dios, pero ya ese pacto caducó, ahora entramos a otro pacto, al pacto de la gracia y no cualquier gracia, es la de Pablo, la del evangelio de la incircuncisión. Dice:

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, dice y más cortante que toda espada de dos filos; es cortante, te va a cortar, te va a desmenuzar, te va a sacar cuánta intención esté ahí. Dice: y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu…”

Ahí es que está el detalle, partir tu lado almático, de lo que es espiritual; coger la carne, y decir: -Mira, esto es carne pura, esto es espíritu. Yo en espíritu soy un espíritu perfecto, ahí no hay pecado, ahí lo que hay es pureza. Ahora, en esta carnecita todavía me quedan estas mentiritas, pero estoy bajo esta palabra que me está limpiando, me está arreglando. Recibo que dejo que me penetre, que me parta. El que ama la verdad, deja que la palabra lo parta.

Mira lo que dice:

“…partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.”

Eso fue lo que le pasó a Pedro, a Cefas, a Juan, a Santiago, todos esos apóstoles cuando oyeron la palabra de Pablo que empezó a penetrarle, empezó a penetrarle. Por eso dice: “Esos son falsos apóstoles”. Pablo los llamó falsos, “estos son obreros fraudulentos”, se disfrazan como evangelistas y tú los ves predicando por ahí: -Dios le bendiga. Gloria a Dios, que el milagro, que el diablo-. Pero, mira, todo eso es címbalo que suena y metal que retiñe y eso no llega a ningún lado. Eso es hueco.

Y, los que se han ido del lado mío son huecos, están huecos, no soportaron, le descubrieron las intenciones, y por eso no están. No te equivoques, no te equivoques en esto con lo que te digan. No, no, ellos no están porque, oye, no soportaron la palabra de gracia.

Mira lo que dice:

“Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia;

antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta."

Y, en el verso 16 termina:

“Acerquémonos, pues, confiadamente, que no te vamos a lastimar, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. "

El que es honesto se acerca, no se aleja. El que es honesto se congrega para que la palabra lo corte, el que es honesto se somete para hallar gracia y oportuno socorro. Ahora, el que está con pañitos tibios y poniendo excusas: -Y, que fue que el hermano no me miró y no me saludó, y por eso no me congrego. No, no, no, bendecido, yo creo que estás errando al blanco. Sí, estás errando al blanco, se te fue el tren, como dicen por ahí. Jaja

Bueno, bendecidos, hermanos míos, ¡qué rica es esta palabra! cuando te penetra y te limpia. Y, cuando tú puedas decir: -Yo fui el que fallé. Yo fui el culpable y yo fui el que mentí la pata. Vamos a dejarnos de cuento y ya, pero me voy a acercar al trono. Y, ¿tú sabes cuál es el trono? El trono ahora sale desde Houston, este es el trono, estás en pleno trono, no un trono de yeso, de metal, de oro, como tú ves en esas catedrales, no, eso no, eso es fingido. Este es el verdadero trono donde te dan información para tu espíritu.

Así que, bendecidos con toda bendición, y me despido de ti una vez más, acercándonos a ese precioso día. ¡Hasta luego!

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