reportagem no site TERRITÓRIODIGITAL.COM

Domingo 25 de Febrero de 2007
El Pastor Anticristo revoluciona EE.UU.

Su iglesia posee 335 escuelas, 200 pastores, 287 programas radiales y una red de televisión que llega a dos millones de hogares

Sus seguidores le donan el 40 por ciento de sus ingresos, dijo ser Jesuscristo y ahora lo rechaza. Lo llaman Dios

Moda. Tatuarse los tres seis se convirtió en el extraño ritual de Miranda.
DORAL, Florida. Rodeados de una multitud de camarógrafos, un grupo de sonrientes y bien vestidos miembros del culto se congregaron recientemente en un comercio de South Beach para hacerse tatuajes con el símbolo de su profeta: 666.
Los miembros de Creciendo en Gracia (Growing in Grace), una controversial secta religiosa en Doral, muy cerca de Miami, dicen que siguen el ejemplo de su líder, José Luis de Jesús Miranda, quien dijo ser Jesús y ahora el Anticristo.
Los críticos calificaron a Miranda como el líder de un culto que manipula a sus seguidores. Los miembros de la iglesia aseguran que él les trajo felicidad.
Es un signo poco grato para la mayoría de los cristianos, ya que durante siglos esa cifra es asociada con Satanás. Pero para la gran cantidad de miembros que se tatuaron el 666 además de SSS, las siglas del lema de Miranda “Salvo siempre salvo”, es un marca de su absoluta fe en su líder.
Los miembros dicen que el símbolo no los vincula con Satanás sino con la afirmación de Miranda que reemplazó las enseñanzas de Cristo con un nuevo evangelio.
Los expertos y los críticos del movimiento dicen que los tatuajes ofrecen una prueba inquietante de la influencia que Miranda ejerce sobre sus seguidores.
“¿Qué va a hacer ahora para llamar la atención sobre sí?”, se preguntó Daniel Alvarez, un instructor en el departamento de estudios religiosos de la Universidad de la Florida: “Esto significa que su control sobre la gente es tan grande que, no importa lo que les diga, lo seguirán siempre”.
En el salón de tatuajes, una mujer lucía una camiseta con el retrato de Miranda y la frase en español "El Señor ha llegado".
Las cámaras enfocaban el sillón de tatuajes mientras la artista Jessica Segatto, tatuaba cuidadosamente el 666 en los tobillos, antebrazos, espalda y en un caso el cuello de los seguidores del culto.
Algunos decidieron tatuarse, para demostrar su adhesión a su líder. Otros dijeron que esperaban que el símbolo provocase interrogantes sobre el movimiento.
Miranda, quien predica que el pecado y el demonio fueron destruidos cuando Jesús murió en la cruz y que los elegidos de Dios ya se salvaron, erigió un movimiento masivo en torno de su persona. Sus seguidores lo llaman Papi y Dios y lo inundan de regalos, como relojes de 5 mil dólares, y el 40 por ciento o más de sus salarios.
Líderes cristianos denunciaron que Miranda distorsiona el mensaje de la Biblia. El reverendo Julio Pérez dijo que Miranda se promovía a sí mismo en vez de ayudar a los miembros de su movimiento. "Lo que está haciendo es tratar de crear su propia secta".
Miranda tenía unos pocos centenares de seguidores cuando lanzó su iglesia en un depósito de Hialeah hace unos veinte años. Hoy lidera un movimiento global desde su sede en Doral que dice tener 335 centros de educación, 200 pastores, 287 programas radiales y una red de televisión de 24 horas en español que llega a dos millones de hogares, incluyendo por pedido especial de algunas compañías de cable.
En sus sermones, Miranda pone énfasis en la riqueza y el éxito como señales del favor de Dios. Muchos de sus miembros son propietarios de negocios que dan una parte de sus ganancias a Miranda.
Luz Fuentes, de 51 años, una ex católica que se incorporó a Creciendo en Gracia en 1990, dijo que ella y su hermano dan al movimiento hasta el 50% de las ganancias de su empresa hipotecaria de Hallandale, Apos Mortgage. "Apos" es la abreviatura de "apóstol'', uno de los nombres que se le dan a Miranda.
Anticristo es el más reciente de una serie de títulos que Miranda se atribuyó.
En 1988, Miranda anunció que era la reencarnación del apóstol Pablo. En 1999, se autocalificó como “El otro, un superser espiritual que sentará las bases para el segundo advenimiento de Cristo”. En el 2004 proclamó ser Jesucristo. Esta afirmación provocó que seguidores prominentes desertaran del movimiento, incluyendo su primera esposa Nydia y su hijo José Luis Jr.
En enero, durante un servicio en su iglesia, Miranda se sacó el abrigo y reveló el número 666 tatuado en un antebrazo.
“Esta es una congregación de Anticristos”, afirmó. El número 666 aparece en el Apocalipsis y en el Nuevo Testamento, que detalla la visión apocalíptica del apóstol Juan sobre el ascenso del Anticristo, las tribulaciones y el retorno de Cristo. En Revelaciones, una bestia cornúpeta aparece en la Tierra y exige que todos graben su marca, 666, en la mano derecha o frente.
Los seguidores de Miranda arremeten contra la cristiandad porque creen que su profeta sigue el verdadero evangelio. Los expertos preocupados por el crecimiento del movimiento dicen que esperan que la más reciente afirmación de Miranda provoque dudas entre algunos de sus seguidores.
El símbolo del Anticristo es tan negativo, que lo único positivo que saldrá de todo esto será que la gente diga "Un momento, este hombre ya fue demasiado lejos", sentencian los detractores.