Porque há um só Deus, e um só Mediador entre Deus e os homens, Jesus Cristo homem. 1 Timóteo 2:5

quinta-feira, novembro 24, 2005

O FORNO DA PALAVRA





EL HORNO DE LA PALABRA

Bien, todos busquemos Filipenses capítulo 1, verso 12. “El Horno de la Palabra”, ese es el tema de esta noche. El horno Creciendo en Gracia. Capítulo 1, verso 12. Vamos a hablar de tu experiencia en el evangelio. Vamos a hablar de tu vida. Cuando lo tengan todos, me dan un: ABBA PADRE.

Dice: “Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido…” ¿Estamos todos? “Que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio.”

“Padre, yo recibo sabiduría, recibo consuelo para tus elegidos, para tus hijos, que invierte este tiempo en llegar hasta aquí para escuchar tu palabra creyendo que tú hablas a través de mí. Así que, recibo el consejo de tu palabra, y yo sé que tú te gozas consolando lo que más tú amas, que es la iglesia, la congregación de los espíritus justos hechos perfectos. Amén.”

El apóstol Pablo escribió en este capítulo, él se puso a pensar en su vida y pensó todo lo que a él le pasó. Usted sabe que el mató, mandó a matar a Esteban, él encontraba a los cristianos de aquel tiempo, los obigaba a blasfemar, que negaran el nombre de Jesucristo, los mataba, los golpeaba, y fue un hombre bien sufrido. Pero, parece que se puso a recopilar todo lo que le había pasado, y entonces él lo escribe, y dijo: -Miren hermanos, yo quiero que ustedes sepan que todo-, diga: TODO, -todo lo que me ha sucedido a mí, ha redundado para bien del evangelio-.

Pero, ¿tú sabes que Dios no hace acepción de personas? Yo también tengo que decir: Todo lo que a mí me ha pasado, ha redundado para bien del evangelio en mi vida, y en la vida de otros. Y en tu vida es la misma historia: Todo lo que a ti, personalmente, te ha pasado, doloroso, situaciones que tú no quieres ni que nadie sepa. Por eso, cuando el sistema te decía a ti: -Mira, cuando comparezcas delante del Señor te van a pasar una película de todos tus hechos durante tu vida-. Y cada vez que te decían eso, tú decías: -Ay, Dios mío, ojalá se hayan borrado varios capítulos-.

Pero, dice aquí que TODO, o sea, que nuestras vidas todas han sido cuidadas y llevadas conforme al propósito que Dios tiene contigo. Hubo un escritor español, que estoy buscando la dirección para escribirle porque él no tiene Biblia para lo que dice, pero él dice: -Mira, si tú te crees que tú tienes libre albedrío o libre voluntad, tú estás equivocado. Aquí el Jefe-, dice él, -el Jefe, lleva todas las vidas bajo control. Aquí no hay nadie libre-. Y tuvo razón, porque Dios gobierna las vidas de cada uno de nosotros.

Por eso el salmista dijo: “Por el Señor son guiados los pasos del hombre y la mujer. Cuando él cayere, no quedará postrado, pues Dios sostiene su mano.” Salomón, el hombre más sabio de la sabiduría terrenal dijo: “Muchos pensamientos son los que llegan a las mentes de los hombres, pero sobre tooodo esos pensamientos está la voluntad del Señor, que eventualmente, se va a ejecutar en tu vida.” Y eso Dios lo hace para domar, llevar nuestras vidas hasta que tú rindes.

Una de las cosas más grandes que puede suceder en tu vida, es cuando tú te rindes, cuando tú paras de pelear. Es como el caballo cerrero que no hay quien se le monte, porque no sujeta a nadie en sus lomos. Pero llega el momento que lo doman y entonces, es dócil y uno puede utilizar el caballo para buen provecho. Pues, así nuestras vidas. Mientras tú sigas luchando, pues no vas a poder decir: -Mira, yo ahora entiendo que todo lo que a mí me ha sucedido, ha redundado para el bien de mi vida-. Dios gobierna nuestras vidas.

Por ejemplo, mira lo que dice, Romanos capítulo 9, para llevar el pensamiento en esa misma línea. Romanos capítulo 9, si comenzamos por el verso 11, comienza a darle fuerza al pensamiento que el Espíritu quiere llevarnos en esta noche. Dice: “(Pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), se le dijo: El mayor servirá al menor. Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende…, del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra. De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a su voluntad? Mas antes, oh hombre, o mujer, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?”

En otras palabras, esa oración que yo les leí de Yadir Pombo, de Colombia. Para de luchar. Mientras más te rindas, más llevadera va a ser la voluntad de Dios en tu vida. Porque no depende de tus obras, depende de la elección, y Dios a ti te eligió. Pero, mientras tu razonamiento y tus opiniones sigan gobernando tu vida, mientras esa personalidad tuya, dura, recia, siga luchando, más vas a sufrir. Pero, si tú eres un vaso escogido de misericordia, él ya tiene un plan trazado para ti, son obras preparadas de antemano. No luches, sino piensa en la vida actual que tú llevas.

A mí me tomó años entender eso, pero es que yo no tenía nadie que me lo dijera. Ahora tú tienes alguien que te lo dice. Y qué bien me ha venido no luchar. Yo no lucho con nada. Yo, mira, si me sale algo mal, yo digo: -Bueno, allá tú. Tú fuiste el que me metiste a mí-. Digo, si puedo corregir algo de lo que hago, lo corrijo, pero yo no lucho.

Yo paré eso, de luchar. Si alguien me miente, pues me mintió; si me dijo la verdad, me dijo la verdad; si me traicionó, me traicionó; si me fue fiel, me fue fiel. Esto no es cuestión del que quiere ni del que corre, Dios está sobre tu vida. Si alguien está maquinando contra ti, déjalo, te viene bien que maquine contra ti. Deja que Dios cumpla su propósito en ti. Si te están engañando, que te engañen, a menos que tú te des cuenta.

Pero, la lucha esa de estar con la lucha -de estar pendiente, que qué pasó, que debí haber hecho esto, si me hubiera mudado a tiempo. Si mis padres hubieran tomado aquella decisión cuando yo era pequeño, qué pena que no la tomaron-. Tú sabes, uno siempre preocupado por lo que debió ser, -pero, por poco lo logro. Por poco lo hago, pero se me olvidó-. Pues, si se te olvidó, déjalo así. Reposa. Deja que el horno te dé el fuego necesario para cocinarte. (Aplausos)

Mientras mejor te cocinen, más sabroso luces, y más rápido te comemos. Más rápido eres útil para lo que fuiste formado. Mientras más luches, más hay que apretar el horno: -Todavía está crudo. Espérate, hay que darle. Vamos a dejarlo que pase por situaciones. –Ay, Apóstol, que usted no sabe todo lo que yo he sufrido. Si has sufrido, “good for you”, te vino bien.

Ahora, ese sufrimiento, ¿te ha ayudado? ¿Le ha dado ejercicio a tus sentidos para ser una persona más sabia hoy? Todo lo que tú puedas aprender, toda la experiencia que tú obtengas como ser humano, especialmente, en la universidad de la vida, es lo mejor que tú puedes tener para serle de bendición a otro, y eventualmente, naturalmente, para ti.

Pero lo importante, es siempre pensando en los demás. Si tú estás concentrado en ti; primero yo, segundo yo, tercero yo, lo que sobra para mí, estás perdiendo tu vida. Siempre es bueno que tú pienses: Cómo ser útil para ayudar a alguien. Eso es maravilloso. Si tú ves la vida de Jesús en los días de su carne, él siempre estaba resolviendo el problema de los demás; a la mujer samaritana, al ciego, al cojo. Aun muriéndose así: -Ayúdame a mi mamá ahí, que está… Y, perdónalos que no saben lo que hacen-. Y tenemos que llegar a la estatura de un varón perfecto.

Mientras más tú aprendas, mejor es tu vida para hacer útil para el Señor. No es en vano que tú has sufrido lo que tú has sufrido.

Mira lo que dice Segunda carta a Timoteo, en esta misma línea de pensamiento, capítulo 2, verso 11. Segunda carta de Pablo a Timoteo capítulo 2, verso 11.

Si no aprendes en esta lección, entonces hay otras opciones. Si tú no eres dócil y aprendes a ser gobernado por el que trata con el barro, el alfarero, entonces te va a ocurrir otra cosa, caes en el terreno del rencor y el odio. Empiezas a lamentarte, y empiezas como esas personas que creen que el mundo tiene una deuda con ellos: -No, que mi papá; que ésto; que esta ciudad; que este gobierno; que yo; que no me han dado oportunidades-.

¿Te recuerdas lo que dijo Kennedy antes de morir? Él dijo: “Nunca pienses lo que Estados Unidos puede hacer por ti, piensa lo que tú puedes hacer por Estados Unidos.”

Hay quienes dicen: -Hay deudas conmigo. El mundo me ha pagado mal. La vida me ha pagado con un limón-. Pues, ya tú sabes el famoso dicho: -Si te pagaron con un limón, búscate un vaso de agua, córtalo, un poquito de azúcar y haz una limonada-. O sea, la gente siempre, mira, yo paré eso de que la gente me resuelva a mí. A mí nadie me resuelve nada, yo resuelvo. Yo no estoy pendiente de lo que la gente puede hacer por mí. Yo hago mis cosas. Si fuera a delegar todo lo que yo voy a hacer, imagínate. Y hay cosas que yo delego, porque este ministerio se ha llenado de tanta cosa, pero para de estar esperando que alguien te dé, comienza a dar.

Mira lo que dice Segunda carta a Timoteo capítulo 2, verso 11. “Palabra fiel es esta: Si somos muertos con él, también viviremos con él.” Aquí aplicamos a y b; uno murió, luego, todos morimos; el b, si somos muertos, si nos rendimos en el horno de: -Señor, hágase tu voluntad-. Con los muertos Dios trabaja. ¿Te recuerdas el Pastor Miguel Angel, de allá, de Texas? ♫Dios usa gente muerte, sencillamente, muerta. Dios usa a los muertos, porque una persona que esta vivo su ego está vivo, Dios no lo puede usar, porque es muy problemático. Dios va a terminar perdiendo cada vez que te usa.

Es como hay personas que tú tienes miedo pedirle un favor, porque te va a costar caro. Hay personas que tú dices: -Muchacho, yo acudiría a ella, o a él, o a fulano, pero me va a costaar-. Porque hay gente que te da un favor, pero te lo van a cobrar. Ahora, el que esta muerto dice: -No hay problemas, simplemente, te ayudé, ya. No me tiene que pagar, ni tienes que llamarme, ni tienes que darme muchas gracias. Simplemente, te ayudé, porque yo me beneficio ayudándote.

“Si somos muertos con él, también viviremos con él; si sufrimos, también reinaremos con él.” ¿Cuántos han sufrido aquí? Bueno, pues, reina. Reina. No te quedes sufrido. Reina. Saca de ahí un reinado, porque el que sufre se experimenta en todo.

“Si le negáremos, él también nos negará.” El religioso dice: -Mira, se pierde la salvación-, y no está hablando de salvación. Está hablando que si tú te niegas a decir: -Dios no me ha dirigido nada. Mi vida ha sido abandonada. Dios ha estado ocupado. En cuanto a mi persona, Dios ha se olvidó de mí. Todos han sido errores, tras errores y tras errores. Mi papá es culpable. Mi mamá es culpable. Esto es culpa de aquel, y de aquel, y de aquel, y de aquel-.

Mira, yo tuve un pastor en el sistema que me hirió tanto. Me hirió tanto ese pastor. Yo estuve en una iglesia que yo, cuando el Señor me trajo a esos caminos, a la circuncisión, que ahí fue que yo comencé, pues, yo cuando joven, a mí me sucedieron muchas cosa, me sucedieron muchas cosas. Yo era ladrón, robaba, timaba, engañaba, hacía muchas cosas. Bueno, por eso terminé preso, porque el que roba lo envían al infierno, o sea, a la cárcel. Igual que el que se muere, lo envían al infierno, al sepulcro. Y entonces, pues, yo tuve una conversión estilo “arrepentimiento”, la circuncisión.

Y entonces, cuando yo tuve esa conversión, de momento yo no quería hacer nada malo. Yo dejé de fumar, dejé de hablar malo, yo no veía ni televisión, no bebía, no bailaba. Nada, eso era una vida de santidad, por años así, jovencito, muchos años. Y yo me dediqué a aquella iglesia, y yo me ganaba $150 ó $200 dólares, ahí estaban mis diezmos, estaban mis ofrendas. Yo iba a la iglesia, lunes, martes, jueves, limpiaba, pintaba, si había que comprar algún instrumento, yo decía: -Póngame a mí en la lista, pastor, con $100 dólares ahí, mensuales, aunque sea, en lo que voy avanzando-.

Y yo estuve así como dos ó tres años dedicado a lo que era la iglesia, y si algo sucedía, ahí estaba yo; si alguien tenía que cuidar algo, ahí estaba yo; si había que limpiar, ahí estaba yo. Yo estaba ahí siempre, porque yo no tenía más nada que hacer, mas que servirle al Señor. A mí no me interesaba nada más que estar en la iglesia y servirle al Señor.

Y entonces, pues, imagínate, yo me adapté a aquella gente. Eso fue allá en Massachussetts. Me adapté, y yo amaba a todos. Habían dominicanos, cubanos, puertorriqueños, peruanos, guatemaltecos, ecuatorianos, habían de todos. Yo no miraba de dónde eran, yo los amaba porque eran mis hermanos en Cristo. Oye, pero esa gente eran malos. Como ustedes, que ustedes son malísimos también, lo que sucede es que la gracia, la gracia anula la maldad de nuestra cultura, y de nuestras malas costumbres. Pero, allí no había gracia, aquello era ley.

Y entonces, pues, yo estaba entregado a esa iglesia. Y un día hubo una reunión anual donde se nombran diferentes candidatos. Y como yo siempre he sido bueno en los números, era la única clase que yo pasaba con buenas notas, pues, entonces, un hermano que me quería, ese me quiso mucho, cuando nombraron para tesorero, él dijo: -Yo recomiendo al hermano José Luis De Jesús-. Yo noté que las orejas de toda la congregación, porque ellos todavía me conocían en carne. Ellos no sabían el cambio, si alguien podían confiar era yo.

Oye, y yo noté como el pastor se puso nervioso, y dijo: -Vamos a dejar eso para el final de la reunión-, como quien dice: -Este hombre nos va a llevar todo el dinero que entra aquí-. Los estúpidos se creen que yo me iba a robar $500, $600 dólares, porque las iglesias de la ley siempre están abajo, no tienen un centavo, y yo no me iba a robar $500. Yo me robaba miles de dólares, yo me robaba $10,000; $15,000; joyerías enteras, completas; para venir a dudar por mí de $500 dólares. (Aplausos)

¿Tú sabes lo que eso? Oye, y cuando yo me di cuenta dónde yo estaba metido. Yo dije: -Si esta gente no confían en mí-. Yo con tanto orgullo: -Yo, tesorero. Oye, muchacho, pongo los mejores libros, los pongo ahí, claritos y todo en línea-. Oye, yo no aguanté. Me paré, y dije: -Vengo ahora-. ¡A juyir punto com! Me fui, no volví más.

Eso. Buena gente eran los presos allá en la Cárcel El Castillo, donde yo estuve que eran unos criminales. Esa gente era ¡muá!, así. ¿La iglesia? La iglesia que no tiene gracia es una cueva de ladrones, sinagoga. Ahí es donde más te critican y te conocen en carne. Tú lo sabes, si tú vienes de ahí. Tú sabes las hipocresías que tú has visto en las llamadas iglesias. Ahí no hay amigos. ¿No es así, Norberto? Eso es así. (Aplausos)

Oye, ese pastor me hizo tanto daño a mí, que una vez yo amanecí con un “nervous break down” (depresión nerviosa), llorando por la mañana, así. Lo único que mencionaba era el nombre de él. –Fulano me destruyó. Me destruyó-. Yo dije: -Oye, a mí nadie me había hecho tanto daño como en la iglesia-. Oye, sufrí.

Sin embargo, después cuando yo iba creciendo, yo le di gracias al Señor porque esa fue mi mejor escuela. Ahí yo conocí la hipocresía. Ahí yo conocí lo que es un falso hermano. Ahí yo conocí lo que son gente envidiosa, porque yo todo lo que tocaba se hacía oro. Y eran un montón de aburridos, feos, mal tirados, mal vestidos, y yo siempre “sharp” (elegante) allí. Es más, debieron de sentirse orgullosos de que yo estaba allí, caramba. Me les fui.

Pero, mira, sufrí; hoy reino. Porque todo el que sufre, reina. Dios no puede ser burlado. (Aplausos)

Entonces, dice ahí: “Si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará.” Yo no puedo negar al Señor en mi experiencia con ese pastor. Yo tuve un padre alcohólico, y yo todo lo que conozco de mi padre era, bueno, trabajaba para la Destilería Serrallés de Puerto Rico, imagínate, que él lo que tenía que hacer era llegar al trabajo por la mañana, hacía así, ¡sniff!, y ya la cañería la tenía inundada.

Pues, un padre alcohólico, pues, tú, por eso terminé yo con problemas. Pero, yo no niego a mi padre. Ni niego todo lo que sufrí allí, porque eso hizo quién soy yo hoy. El que te lastimó a ti, te dio entrenamiento. El que te fue hipócrita, te dio entrenamiento. El que te traicionó, te dio entrenamiento gratis, porque el beneficiado eres tú. Y todo lo que se siembra, se cosecha.

Así que, mejor, no lo niegues porque si no caes en el terreno del rencor. Y cuando uno tiene rencor, te amargas y te envejeces, porque el cuerpo tuyo no está programado para trabajar con rencores y con envidias, y con luchas, - y no lo perdono, y siempre me acordaré de esto, el bandido éste, ojalá se muera-. No, tranquilo. Tranquilo, Bobby. “Easy does it”. Suavecito.

Mira, esos son los escalones de tu progreso emocional. Hoy mismo propónte, si tiene cualquier cosa: -Señor, esto es fácil. Esto es un pellizco de ñoco para mí. Está perdonado. Es más, no me acuerdo más de eso. Queda olvidado. Enterrado. No niego a mi Señor. No niego a mi Señor-. (Aplausos)

Porque fíjate, es el único punto negativo: “Si le negáremos”, te va a negar. Sin embargo, después dice: “Si fuéremos infieles…” Él no tiene problemas con tu infidelidad, con tu debilidad. No. Si fueras infiel, eso yo lo cubro fácil. Porque el negar al Señor es asunto de medida, es asunto de guardar rencor y Dios no trabaja con la gente rencorosa. Dios solo trabaja con la gente humilde, con el que piensa en los demás, el que considera a los demás como más importantes que uno.

Así que, Dios tiene un trabajo contigo. Fíjate, David dijo: -¿Quién es el hombre para que tú te ocupes de él, pienses en él? Pero si tú eres un escogido, Dios no te va a abandonar a ti. Él siempre ha guiado todos tus pasos.

Mira si es así, en Gálatas capítulo 1, mira lo que Pablo expresó después de haber asesinado y cometido crímenes. Mira lo que él pensó en Gálatas capítulo 1, verso 15. Gálatas capítulo 1, en el verso 15, mira lo que él expresó. Dice: “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia, revelar a su Hijo en mí.”

Fíjate lo que él dice. Aunque él mató, e hizo todas las barbaridades que hizo, mató a Esteban, un joven como Esteban, ahora concluye y dice: -No, no, no. Él, desde el vientre ya ma ha escogido para este ministerio-. Quiere decir que se perdonó. Dijo: -Ahora, yo comprendo que hubo un plan aquí. Esteban pagó con su vida. Yo fui el culpable, pero yo no voy a andar en mala conciencia-. Por eso es que él dice: “De nada tengo mala conciencia”.

Porque cuando tú escudriñas tu andar, y todo lo que tú haces, y lo llevas a la luz del evangelio, ahí tú encuentras paz, seguridad, limpieza, perdón, y puedes levantar tu rostro, pase lo que haya pasado. Te limpias y aceptas el perdón de Dios, y te sientes un ser perdonado. Y dices como Pablo: “Ciertamente, no miro atrás. Echando lo que queda atrás, sigo adelante.”

No mires para atrás, porque te vas a sentir avergonzada, avergonzado, simplemente, camina hacia adelante y acepta el perdón de Dios. Lo que pasó, tú no lo pudiste evitar, nadie lo pudo evitar. Pasó. No niegues al Señor, si pasó. Acéptalo y sigue adelante, porque Dios a ti te escogió desde el vientre de tu madre. Él conoce todos tus caminos, y ha visto lo que tú has pasado, y te ha cuidado, y ha enviado ángeles: -Que no me le falte esto. Que no me le falte aquello. Pero, pruébamelo. Pon el horno más caliente para sacar medida-. Él te ama. Digo, el amor es así. Cuando hay amor, tú cuidas y proteges y piensas lo que está pasando.

¿Y qué del tal famoso “libre albedrío”? Que eso lo creen todas las religiones, menos Creciendo en Gracias. Todas las religiones es estrictamente importante que tú decides el destino de tu espíritu.

Ahora, vamos a ver a Romanos 3:10, a ver si es verdad que tú puedes decidir. Toma notas de estar cosas, para cuando le digas a la gente: -No, yo no creo en eso. -¿Por qué? –Por Romanos 3:10.

Romanos, regresa al primer libro del evangelio. Romanos capítulo 3, verso 10. “Como está escrito.” ¿Ahí estamos todos? ¿Está qué? Esa es la guerra que tenemos. Con lo que está escrito, enseñando. Tenemos una guerra grande, pero es con lo que está escrito. No con armamentos ni con maquinaciones ni con terrorismo. Yo le voy a montar una guerra al sistema, brutal, con lo que está escrito.

Dice: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles. No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Dígale al que está a tu lado: SEÑOR INÚTIL, BUENAS NOCHES. BIENVENIDO.

Aquí todos somos inútiles en cuanto a la vida espiritual se refiere. Dios tomó la iniciativa de que tú no entendías, y él te hizo entender. Tú no eras justo, y él te justificó. (Aplausos)

Yo no sé qué libre albedrío hay ahí. Porque, si no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Entonces, ¿cómo Dios se va a hacer de una familia? Porque lo que enseña el libre albedrío es que Dios creó, y entonces él se echó a un lado a esperar quién decide por él para formale una familia a él.

Imagínate, si no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios, se fastidió Dios, se quedó sin nada. Después que hizo una creación y escogió vasos de misericordia para formar la familia de la fe, ahora no hay quien entienda, no hay ni uno bueno, no hay uno justo, no quien busque a Dios y se quedó Dios sin nadie.

Pero, Dios no funciona así. Dios escribió un libreto de una película y él tiene los que componen su película. Y él dice: -Este, yo lo quiero que pase por aquí. Y a éste por acá, y si se me sale, se me detiene la película, pero yo lo hago que se meta por ahí-. Porque la película tiene que llegar. Y cuando el director de una película dice que es así, te hace repetir la escena mil veces hasta que lo hagas como él dice. (Aplausos)

DIOS TIENE TODO BAJO CONTROL. DIOS CONTROLA NUESTRAS VIDAS. (Aplausos)

Hablando de pelota. Recibo, recibo. (Aplausos) Pero, tú sabes, cuando yo conocía, bueno, todavía me falta por conocer más de las reglas de beisbol. Pero, usted sabe que en un equipo hay algunos bateadores que se conocen como los que le dan a la bola duro, y la meten de “homerun” (cuadrangular). Pero, qué pasa, que cuando tú ves un individuo de esos, tú lo que esperas es que el hombre: -Aquí viene fulano, olvídate, un “homerun” (cuadrangular) con dos en base-.

Ahora, cuando tú ves un individuo de esos que le da duro, tocar la bola así, un toquecito a la bola y tirarla ahí, yo me molestaba. Yo decía: Oye, pero qué es eso. Mira-. Entonces, me di cuenta que esos jugadores tienen que hacer lo que el jefe dice. Y si él le dice: -O.k., a ti te toca que el de la primera llegue a segunda. Toca la bola, para que él llegue a segunda-, ponerlo en posición de anotar. Él tiene que hacer eso. Si no lo hace lo botan, porque los jugadores no tienen “libre albedrío”, es lo que diga el “manager” (manejador), y el “manager” (manejador), tiene al dueño del equipo. Ahí nadie es libre. Y aun el dueño del equipo que se cree libre, tampoco es libre porque a él lo gobiernan.

Así que, tú estás en un equipo de juego, y Dios quiere que tú hagas lo que él dice que tú vas a hacer. Mira, ¿tú sabes cuánta gente le han tirado al sistema religioso católico? Y escriben libros. Mira, el libro “La Gran Babilonia”, se quedó en el piso. En los 2000 años hay gente, hay gente que han descubierto la mentira del Papado romano.

Mira, Rafael pasó por Costa Rica, el Gobierno de Costa Rica le pasa a los católicos en solo Costa Rica, $138 millones del dinero de los impuestos de los ciudadanos, para que los afeminados y los patitos esos que están allí, para que vivan bien. Y después, recogen limosna. Seguro. Ellos pasan el cepillo, y tú puedes echar 25 centavos. No importa, si el gobierno nos da millones. Porque todos los gobiernos han fornicado con el vino de la fornicación de Roma. Y así mismo, Estados Unidos y todos esos estados pasan millones. Naturalmente, Roma le deja un diezmito, y se lleva cientos millones para El Vaticano para engordar allí todos esos ladrones y mafiosos que hay allí.

¿Tú sabías todo el dinero que le roban a México? Mientras hay tanta hambre, ellos cogen millones de todos esos gobiernos. Naturalmente, el cura y la monja tienen voto de pobreza. Él no paga impuestos, porque él no cobra nada. Seguro. Él vive como un genenal allí, comen de lo mejor, tienen los mejores automóviles y tienen de todo, vasitos de plata, de oro. Ellos viven como generales. El pueblo sufriendo, y después te van y te hacen una misa cuando está tu nenito enfermo, y te engañan. Los criminales esos juegan contigo. Y yo he declarado guerra a eso. (Aplausos)

PORQUE, ¡BASTA YA!, DE ENGAÑO. SON UNOS MENTIROSOS. NO DEJAN QUE DIOS LES DIRIJA. (Ovación de pie) SON MENTIROSOS.
Mira, y así de pie, te puedes quedar de pie, vamos a estar en pie que vamos a terminar. Y tú sabes, el que se meta contra esa mafia lo matan, porque todos los que se han metido, lo matan. Y si a mí, Dios no me pone en el libreto de destapar el misterio de la iniquidad, cuando tú oyes el misterio de la iniquidad en la Biblia es el Papado Romano.

Ese es el veneno más grande, pero ha pasado desapercibido. Esa es la mentira más grande. De todos estos bandidos romanos, comenzando con el viejo este, que cada vez que se le salen las babas, porque no puede hablar la gente aplaude. –Baba santa-, dicen. –Eh, la baba del Papa-, porque eso es lo único que habla.

Ahora, si yo no estoy predestinado para señalar esa mentira a mí también me matarán. Digo, si no estoy llamado. No, no, no es “no lo recibo”. Si no estoy llamado me limpian. Pero, si estoy llamado… PORQUE SON UNOS MENTIROSOS. TODOS SON UNOS MENTIROSOS, INCLUYENDO TODOS LOS PROTESTANTES QUE ESTÁN EN LA MISMA BASURA. (Ovación)

ESTOS PASTORES ASALARIADOS, ENGAÑANDO A TODA LA GENTE CON LOS CONSEJITOS DE TODOS LOS DOMINGOS. PROHIBIENDO. PROHIBIENDO.

¿Y tú te crees que se atreven predicarle lo que yo te prediqué a ti hoy? No se atreven, porque ellos le tienen miedo a la libertad. Ellos dicen: “Conoceréis la verdad y la verdad te hará esclavo”. No, la verdad es la que te hace libre.
VAMOS A HABLAR DE LA VERDAD, BENDECIDO. (Ovación) Oye.

Oye, ahora como tú has entendido, como tú has entendido que Dios es el que dirige tu vida, despídete de tu hermano y dile: SEÑOR, SEÑORA ÚTIL, no inútil, porque ahora tú eres útil.

Bendecido con toda bendición.